¿Qué es?: La epicondilitis es el dolor que se produce en la cara lateral del codo a nivel de la inserción tendinosa de la musculatura extensora y que se puede irradiar a lo largo del antebrazo.Generalmente no se presenta con inflamación como tal en esa zona y si una contractura e hipertonía en la unión músculo-tendinosa.Cursa inicialmente con dolor en epicondilo, prominencia ósea en la cara lateral del codo, seguido del dolor irradiado hasta la muñeca que se incrementa con movimientos de extensión de la misma y pronosupinación; si el proceso se mantiene evolucionará a una limitación funcional por la pérdida de fuerza en movimientos resistidos o con peso en actividades de la vida cotidiana.

¿Cómo se produce?La causa más frecuente de esta patología es la sobresolicitación de la musculatura extensora, es decir, sobreuso; esto puede agravarse en determinadas profesiones por uso de herramientas o materiales inadecuados: percutores, taladros, martillos…, y en el tenis por mala técnica  y/o raquetas de tamaño o peso no proporcionado a la persona que lo utiliza.Diagnóstico: Fundamentalmente clínico mediante una buena anamnesis – preguntas sobre profesión , actividades habituales o deportivas, desde cuando y en relación a que actividad….; todo ello seguido de una exploración clínica por parte de un especialista.Se puede complementar con estudios de Ecografía o Resonancia en los que se apreciará desde pequeños cambios inflamatorios en la inserción del tendón en el epicondilo que se conoce como tendinosis, en las fases iniciales, a las microroturas  o roturas parciales del tendón a nivel insercional, principalmente el  extensor corta radial (ECRB))
Tratamiento:Antes del tratamiento deberíamos considerar la prevención, es decir, considerar las posiciones que adoptamos para el trabajo o deporte, el material para la práctica deportiva o trabajo que utilizaremos; valorar la realización de estiramiento y aplicación de frio local.El tratamiento debe ser precoz con el cese de la causa que nos ha generado el dolor y la aplicación de frio local y toma de antinflamatorios.Siempre será de ayuda la fisioterapia y la reeducación postural en determinadas actividades.Una vez que se inicia la fase crónica es muy importante entender que es una patología que puede mantener sintomatologia durante mucho tiempo, por lo que los tratamientos irán en función de las limitaciones funcionales y dolor.Si no hay repuesta con el reposo, tratamiento médico y fisioterapia puede considerarse las infiltraciones de corticoides o las infiltraciones de (PRP) plasma rico en plaquetas, buscando ese efecto regenerativo de las roturas o microrturas fibrilares del tendón. En último lugar para las más rebeldes a estos tratamientos queda la opción de tratamiento quirúrgico, que se puede realizar mediante cirugía convenional o bien mediante artroscopia para liberación del tendón afecto con una recuperación postquirúrgica menos dolorosa y más rápida.