La vuelta a los entrenamientos y a las actividades deportivas habituales es algo muy deseado en los deportistas, y más si tenemos en cuenta este periodo largo de confinamiento.

Lo primero que tenemos que recordar que la falta de entrenamiento o la disminución de la intensidad de los mismos ha originado una pérdida muscular, una alteración en el metabolismo y cambios a nivel del sistema cardiovascular. Por lo tanto, tenemos que pensar que es como volver después de una lesión, en la que con paciencia tenemos que recuperar nuevamente nuestra condición física y capacidad.

Lo cierto es que no todos los deportistas han mantenido el confinamiento de la misma manera, y así tenemos:

Deportistas que han mantenido un nivel de actividad física alto, adaptado en otros medios como la cinta, la bicicleta estática o con rodillo o la elíptica….

En estos casos se mantenido el tono muscular y se ha conservado el metabolismo y el nivel cardiovascular, por lo que se puede normalizar los entrenamientos con un breve periodo de adaptación para valorar sensaciones a lo largo de la primera semana.

Deportistas que han mantenido un nivel de actividad física medio ya sea por no tener espacio o no tener los medios adecuados: los que hacían carrera sólo han podido hacer bicicleta, o en algunos casos sólo se ha podido hacer ejercicios y musculación; en estos casos hay que tener presente que nuestras condiciones y capacidades han disminuido.

  Por la tanto, aquí tendremos un período de adaptación mayor, entre dos y cuatro semanas, en las cuales mediante sensaciones realistas y objetivas se irá aumentado progresivamente la carga de trabajo cada cuatro-cinco días hasta conseguir el nivel previo al confinamiento. Nunca deberemos aumentar la intensidad, si no nos sentimos cómodos en el nivel que estamos entrenando.

Deportistas que no han mantenido actividad física y que puede ser por diferente motivo, entre los que incluimos la posibilidad de haber estado enfermos; en estos casos tenemos claro que se ha sufrido un parón deportivo, perdiéndose el tono muscular y capacidades metabólicas y cardiovasculares.

En esta situación, claramente la paciencia será muy importante, porque el periodo de recuperación podrá alargarse entre cuatro-ocho semanas en función de la edad, condición física anterior y la existencia de alguna patología que condicione esa recuperación.

En conclusión, para la vuelta a la actividad deportiva debemos recordar: 

1- Para volver a practicar deporte si existen lesiones cardiovasculares o hemos salido de una enfermedad o tenemos lesiones previas que nos limitaba debemos realizar una consulta médica antes de retomar el deporte.

2- La vuelta debe de ser progresiva y adaptada a la edad, condición física y estado de salud del deportista.

3- Se inicia con ejercicios suaves que se incrementará en intensidad, duración y frecuencia de forma progresiva en función del nivel del deportista.

4- El calentamiento al comienzo y el estiramiento al finalizar el ejercicio son dos actividades fundamentales para evitar lesiones. 

5- Una correcta alimentación con una hidratación adecuada y el descanso correcto serán claves para la recuperación y asimilación de las cargas de trabajo.

6- Nunca se deberá forzar por encima de nuestras posibilidades y recordar que en caso de presentar dolor muscular o articular, falta de aire o ahogo, palpitaciones, malestar o malas sensaciones, debemos parar y consultar con un médico.