¿Qué es el cartílago articular?

Es un tejido de características elásticas, que recubre el extremo del hueso que forma parte de la articulación; está desprovisto de vasos y nervios. Su misión es la trasmitir y distribuir la carga en los diferentes rangos de movimiento articular reduciendo la fricción entre los huesos y evitando así su desgaste.

¿Por qué se desgasta?

Podemos decir que la primera causa es el desgaste natural debido a la edad, seguido de los traumatismos articulares de forma directa, exceso de sobrecarga articular y la inestabilidad de esa articulación que genera microtraumatismos de repetición con gran repercusión sobre el cartílago. 

¿Qué consecuencias tiene?

El cartílago articular al estar desprovisto de vasos no tiene capacidad por si mismo de regeneración, por lo tanto, su desgaste lleva al deterioro articular generando a medio o largo plazo la destrucción articular, que es lo que conocemos como artrosis. Las fases iniciales son poco sintomáticas, al no existir nervios en la capa superficial del cartílago y es en las fases avanzadas cuando se presenta más limitación funcional y dolor.

Tratamiento
 Como ya hemos dicho el cartílago no se regenera, por lo tanto, el tratamiento irá enfocado a ralentizar ese deterioro articular y reparar en alguna medida ese tejido dañado. Por un lado, estaría el tratamiento farmacológico oral con los condroprotectores  para tratar de ralentizar ese deterioro articular. En segundo lugar, estarían los tratamientos regenerativos mediante infiltraciones de PRP (Plasma rico en plaquetas), colágeno o ácido hialurónico.En tercer lugar, contamos con técnicas quirúrgicas como las microfracturas o nanofracturas como técnica reparativa o las mosaicoplastias como técnica reconstructiva.Por último, ante el fracaso de los tratamientos y la presencia de gran deterioro articular con limitación funcional, la opción sería la prótesis articular.