Artroscopia de rodilla

Artroscopia de

Rodilla

  
La cirugía artroscópica es el tratamiento quirúrgico de elección en la mayoría de lesiones articulares de rodilla y hombro.

Para la realización de una artroscopia se realizan pequeñas incisiones (3-5 mm.), llamados portales, que permiten introducir una lente conectada a una pantalla para la correcta visualización de la articulación; por los otros portales se introducirá el instrumental necesario para poder llevar a cabo la reparación de la lesión.

Las ventajas más importantes de la cirugía artroscópica son:

  1. Disminuye la necesidad de analgesia en el postoperatorio inmediato.
  2. Menor dolor postoperatorio al ser técnicas menos agresivas que la cirugía convencional.
  3. Menor riesgo de infección (<0,02%), al ser pequeños los abordajes y evitarse la manipulación de otras estructuras periarticulares.
  4. Menor tiempo de ingreso hospitalario e incluso con la posibilidad de realizarse en régimen ambulatorio en determinadas patologías.
  5. Menor necesidad de curas, vendajes e inmovilizaciones que con la cirugía convencional.
  6. Mayor rapidez en la recuperación de la función de la articulación
  7. Mayor rapidez en la reincorporación socio-laboral.

La rodilla fue la primera articulación que utilizó la artroscopia como método de diagnóstico para valorar lesiones articulares que de otra forma no eran accesibles; posteriormente se mejoró la técnica y el instrumental convirtiéndose en el método de tratamiento de las lesiones meniscales, ligamentos cruzados, sinovitis, extraer cuerpos libres, patología de la rótula y lesiones de cartílago.

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